miércoles, 11 de junio de 2014

Capítulo cinco. Carta a Niall Horan.

Inmersa en mi fantástica (aunque ahora si la lees es una pena) fanfic, en la que un par de chicas con suerte estaban conociendo a sus ídolos -algunas de manera más amable que otras- apenas me había dado cuenta de que el mes de Agosto estaba finalizando, más bien ya había acabado -el día anterior fue el cumple de Daddy- y aún no había terminado de enviar las cartas a los chicos y si me esperaba a que empezaran las clases sería algo de lo más completamente desastroso porque no tendría tiempo de nada, por lo que no tuve más opción de dejar a medias a mis personajes y abrir hueco para escribir una carta al rubio del grupo.
En aquel momento me encontraba en "el limbo de las debilidades", ya que simplemente dejé a Louis con Eleanor y decidí que no podría amarlo si estaba ya con otra (podría haber pensado en que ninguna relación es para siempre y simplemente esperar a que rompieran, pero supongo que me rendí de manera demasiado rápida)
Cogí papel y boli y me paré a pensar en aquel rubio irlandés, aunque la realidad era que en lo único en lo que podía pensar era en un tema que Angy y yo habíamos visto muy de cerca unos días atrás.

Nos encontrábamos en nuestro querido parque, aquel en el cual nos pasábamos las horas muertas hablando sobre los chicos y las nuevas cosas que descubríamos poco a poco de ellos, cuando vimos a un par de amigas de clase (más que amigas, conocidas del colegio) pero la cosa es que no venían ellas dos solas, sino que traían a la prima de una de ellas; una chica que parecía ir de completa adulta, más maquillada que una puerta y con un escotazo de impresión cuando apenas tendría los quince. De igual manera nos sentamos todas juntas y decidí ver hasta qué punto la gente sería tolerante con respecto a los chicos (o cuánta gente sabía ya de su existencia, imposibilitándonos poder conocerlos, que también es una opción).
Miré a Angy de reojo antes de preguntarla, esperando a que me siguiera el rollo.

--Ángela, ¿cómo crees que podríamos entrar en El Hormiguero? Hay que ver a los chicos como fuera-solté como si tal cosa.

Aunque no era verdad, por dentro sentía que moría de nervios solo con pensar en que los chicos estarían aquí, estarían en España, en Madrid, en nuestra ciudad y podríamos verlos, aunque aún no sabíamos cuando ni cómo, ni siquiera sabíamos si nuestros padres nos dejarían, pero nosotras ya habíamos fangirleado como en nuestras vidas habíamos hechos, gritando como locas emocionadas por tenerles tan cerca
Si tan solo hubiera sabido lo cerca que realmente los tendría...
Miré con rapidez la reacción de esa chica, esperando una mueca de asco o un "¿Quiénes son esos?" que tantas veces me habían preguntado, pero para mi sorpresa no fue así.

-¡Oh Dios! ¡Tengo que verlos!-exclamó ella emocionada-¡Necesito tener cerca a mi Zayn! ¡Encima tengo enchufe y podré entrar!

Mi amiga y yo nos miramos sin creerlo. Ella les conocía y parecía directioner como nosotras. Lástima que solo lo pareciera y no fuera más que una nator del montón...

--¿Cómo ves a Louis?-pregunté curiosa esperando una respuesta por su parte.
--Bueno, no está mal, pero está con Danielle o como se llame, es una pena.

¿Danielle? ¿Enserio? ¿Estaba diciendo que Louis estaba con Danielle? ¿Y ella iría a verlos y nosotras no? Injusticia de las buenas (aunque por un motivo u otro, ella tampoco fue a verlos, mentiría supongo con eso del enchufe) Decidí morderme la lengua y no saltar llamándola de todo, ya que me parecía algo totalmente injusto, pero así es la vida; las directionators les conocen y se hacen miles de fotos con ellos y las directioners verdaderas nos quedamos llorando mirando nuestros pósters solo por no poder ni rozarlos con las yemas de los dedos.
Decidí proseguir con mi interrogatorio directioner, aunque era más que obvio que esa chica era de todo menos directioner y no solo por el hecho de que hubiera confundido a la novia de Louis con la de Liam, sino por el tono de dejadez e indiferencia con el que se había atrevido a llamar a mi Boo Bear.

--¿Y qué hay de Niall?

Entonces fue la chispa que detonó la bomba por completo.

--Bah, no es feo, ¿pero has visto que dientes más horribles? menos mal que se puso brackets-dijo con el mayor asco que nadie podría hablar.

Miré a Angy y vi como la furia también se apoderaba de su cuerpo, tratando de no matarla con sus propias manos. ¿Decir que la sonrisa más sumamente hermosa de este dichoso planeta era horrible? Eso no era una directionator ni si quiera, era... era... no hay nombre para esas personas, aseguro que no lo hay.

--Pero Zayn, Dios Zayn, que bueno está mi Zayn, como lo amo-parloteaba la tipa con tranquilidad, mirando con la baba colgando fotos de DJ Malik en el móvil.

Con una pequeña mentira Ángela y yo nos retiramos y nos dirigimos a la otra parte del parque, pensando en cómo existían personas así, sin respeto alguno, y menos sin respeto por personas que son lo más increíble de este mundo.

--Decir que la sonrisa de Niall es fea...-murmuraba por lo bajo mi amiga.
--Hay personas que están jodidamente ciegas, Angy-dije sin preocuparme más por un asunto que no merecía la pena.

Siempre habrá directionators (de hecho no era la única a la que conocíamos), y no se puede hacer nada más que esperar a que salga un cantante nuevo y que se aburran de nuestros chicos para irse con otros a joder un fandom o quizás a encontrar su lugar en otra fanbase, pero si nos paráramos a cabrearnos con todas las nators que hay por el mundo, nunca acabaríamos, porque parece que salen de las piedras y son imposibles de exterminar; tienen cierto parecido con las cucarachas.

De vuelta a la realidad de mi cuarto, con mi portátil zumbando encendido y mi hoja de papel en blanco, esperando a ser rellenada, cosa que hice de inmediato, sin dudarlo un segundo más, solo por intentar dar mi apoyo al chico de hermosa sonrisa, ojos azules como un cielo tras la tormenta, mejillas regordetas adorables y voz de completo ángel.

Querido Niall Horan:

Te escribo pequeño irlandés y gran glotón, desde un país al que pronto vendréis de promoción, cosa que tanto a mí como a mi mejor amiga y a todas las directioners de aquí nos emociona. Un país del que has dejado claro tu amor por él, puesto que te has esforzado en aprender alguna palabra de aquí, cosa que solo de pensarlo se me eriza la piel. Te escribo desde España, Nialler.

No es que sea lo mejor del mundo, pero aquí os esperamos con mucha ansia y también esperamos poder estar cerca de vosotros, aparte de que si ya pasarais por aquí de tour sería más que mejor, pero bueno, me conformo con que vengáis y os llevéis una buena impresión de nosotros, ya que os queremos con locura.

No sé si esta será la dirección correcta (lo dudo mucho) pero ya que parece que el resto de cartas de los chicos me han sido devueltas, espero que esta llegue a tus manos y puedas darte cuenta de las palabras que te estoy dirigiendo de parte de todas las directioners españolas.

Hace poco me pasó algo relacionado con vosotros (más bien contigo) y me hizo realmente pensar en si os importamos las directioners tanto como decís, quizás haya veces en las que os encontréis con directionators y os haga daño su desprecio. Por eso te digo, Niall Horan, te aseguro, te prometo, de imploro que creas, que tu sonrisa era, es y será tan hermosa como lo eres tú, porque una sonrisa no son solo dientes, una sonrisa es el sentimiento que se esconde tras ese gesto, y cada vez que tú lo realizas, te aseguro que a muchas se nos corta el aliento, porque es realmente bonita.

Quizás te importe un comino lo que te estoy diciendo (si es que te llega la carta y la comprendes) y pienses que tú solo querías verte mejor, pero te quiero decir algo realmente importante que no quisiera que quedara en el olvido; Niall, la belleza no es una sonrisa bonita, como la tuya es, era y será, no son unos ojos, tan profundos y tranquilos como los tuyos, no es el pelo, tan alocado y aniñado como el tuyo. No, nada de eso, la belleza no está en nada de eso, la belleza está un pelín más abajo, en la mitad de tu pecho y palpitando constantemente (sería preocupante que no palpitara), porque la belleza de las personas se encuentra en el corazón, y tú eres increíblemente precioso de corazón, por lo que es imposible que en algún momento seas feo, ya que tu corazón seguirá siendo hermoso por años y años.

¿Qué más contarte que no sepas? ¿Que amamos tu risa tan ruidosa y tan fácil de provocar? ¿Que tocas la guitarra que da gusto? ¿Que amamos que comas todo lo que cabe en ese cuerpo delgado tuyo? ¿Que las palabras en español suenan más perfectas si salen de tus labios? ¿para qué decírtelo? Apuesto a que ya lo sabes, por lo que solo queda la despedida de esta carta que espero que llegue y que te haga solo sonreír un poquito mostrando al mundo tus perfectamente imperfectos dientes con brackets, y carta que ni de lejos podría explicar todo lo que realmente te amo, te amamos, os amamos, a los cinco, y todo lo que esperamos poder conoceros, o al menos, veros por nuestro país más a menudo.



Una directioner española
que no pierde la esperanza
de conoceros, pese a lo que
el resto le diga.

Con amor. Anastasia.

PD: No dejes nunca de sonreír pequeño irlandés.